La Freedom Tower (Torre de la Libertad) , con la que se reconstruirá la zona cero destruída en los terribles atentados del 11-S, se nutrirá parcialmente de energía limpia gracias a una de las instalaciones de celdas de hidrógeno más grandes del mundo. De esta manera se pretende dar una nueva identidad al World Trade Center, algo que inevitablemente está ligado a la destrucción de las Torres Gemelas, pero que en el futuro estará ligado a los coneptos de libertad y , gracias a la tecnología, la sostenibilidad y las energías limpias.
La empresa que esta desarrollando la nueva torre, The New York Power Authority, ha adquirido un equipamiento de celdas de hidrógeno, capaz de generar 4.8 MW de energía, a la empresa UTC Power. Esta inversión sobrepasa los 10 millones y medio de dólares.
Según declaró el Gobernador David Paterson, «La tecnología de celdas de hidrógeno y las otras iniciativas limpias que complementan el proyecto, contribuirán para que el nuevo World Trade Center se convierta en un ejemplo de sostenibilidad medioambiental y mostrarán al mundo el compromiso del Estado de Nueva York con la seguridad energética y la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles. Hay muy pocos lugares de EE.UU. en los que este simbolismo sea tan importante».
Los edificios del nuevo World Trade Center también se beneficiarán de acuerdos de compra de energía eólica a los que The New York Power Authority llegó en 2006. Christopher Ward, Director Ejecutivo de The New York Power Authority declaró que «Teniendo en cuenta que la construcción representa casi la mitad de las emisiones de Co2 de la región, construir edificios más verdes es uno de los pasos más importantes que podemos dar para preservar el medio ambiente. Este es un mensaje que estamos intentando transmitir con cada una de las fases del proyecto del nuevo Wolrd Trade Center».
UTC Power, una unidad de negocio perteneciente al grupo United Technologies Corp., es la empresas que se adjudicó el concurso para proporcianar los 4 sistemas de celdas de hidrógeno de 1.2 MW que producirán la energía de la Torre de la Libertad.
Si todos los rascacielos de New York adoptaran estas medidas, el consumo energético y las emisiones de Co2 de la ciudad se reducirían ampliamente. Quizas en un futuro lejano lleguemos a transformar esta utopía en realidad; hasta entonces, la Torre de la Libertad sera un referente para la ciudad de New York y para el desarrollo sostenible.
¿Qué opina sobre las prácticas de construcción en su país y su impacto en el medio ambiente?
Más información en:
www.utcpower.com
www.nyc-tower.com
www.nypa.gov
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